Carlos Lozano Guillen
La paz supone no solo el fin de los desafueros de la guerrilla, aceptados por sus integrantes en el capítulo de las víctimas, sino también del Estado y de sectores del establecimiento.
El Acuerdo Final de La Habana, contenido en 297 páginas, es el resultado de cuatro años de diálogos directos entre las delegaciones del Gobierno Nacional y de la guerrilla de las Farc-EP, con participación de amplios sectores sociales y populares a través de los espacios en las redes sociales y en los foros sobre cada uno de los temas de la agenda, con el cual quedó demostrada la voluntad de paz de las dos partes y plasmado el esfuerzo común para llegar al consenso en las formulaciones de lo acordado. Es, por ende, un acuerdo bilateral y que obliga a las dos partes por igual. Continuar leyendo «Los compromisos son bilaterales»