CAROLINA VÁSQUEZ ARAYA
Las redes sociales se han convertido de manera inevitable en termómetro del ambiente político y social. No escapamos a esa fuerza indetenible de la comunicación digital, avasalladora e impertinente. Ahí está, metida en los más recónditos rincones de la geografía propia y la ajena, transformando actitudes y colocándonos en la difícil posición de determinar cuándo y dónde se esconden el fraude y la mentira.